Chistes y anecdotas de Campesinos
Este era un campesino que iba por primera vez a la ciudad, él iba en su carreta que era jalada por un caballo, en su carreta iba un реrrо y un gato. Cuando ya iban llegando a la ciudad, un hombre en un carro 4x4 los atropelló, y la carreta salió volando de la carretera.
El señor de la 4x4 se bajó del carro соn una escopeta, buscó y buscó hasta que encontró al gato que decía miau, miau, casi moribundo, el hombre se compadeció del pobre animal y dijo:
¡ Yo no puedo ver a este animal sufrir así!, y le tiró 2 balazos, buscó más adelante y encontró al реrrо, éste ya casi ni respiraba y también le tiró dos balazos, y a todo esto, el campesino había visto todo lo que el hombre había hecho соn los animales, siguió buscando y encontró al campesino соn un ojo afuera, una mano que se le había destrozado, un pie quebrado. Y el campesino le dice al hombre:
¡ Jo!, parece mentira pero a mi no me ha pasado nada.
Un contador público, cansado de la vida de la ciudad, se muda al campo y decide dedicarse a criar pollos. Se dirige a la tienda del pueblo rural cerca de donde ahora vive.
- Me da una orden de 100 pollitos, el dice al comerciante.
Este le despacha la orden.
Una semana después, el contador regresa.
- Me da otra orden de 200 pollitos.
El comerciante le vuelve a despachar la orden, pero a la semana siguiente regresa.
- Hoy quiero una orden de 500 pollitos.
- ¡Guau!, dice el dueño de la tienda, a usted le tiene que estar yendo muy bien.
- No, suspira el contador, no se me dan, o los estoy sembrando muy profundo o muy separados.
Un agricultor tiene un peral que sólo le produce 12 peras al año, pero que cada pera pesa alrededor de unos 3 kilos, y por ello está muy orgulloso.
Todos los días va al peral a ver las peras y a sacarles brillo, y mientras tanto todos los días cuenta las peras.
Un buen día se da cuenta que le falta una pera y se enfada, así que se queda todo el día para pillar al ladrón, pero al volver al día siguiente, observa que le faltan ya dos peras, así que моnта guardia junto al peral de día y de noche para pillar al ladrón.
Efectivamente, por la noche se acerca una persona y cuando está encima del peral, le agarra y lo da una vuelta, al tiempo que pregunta:
¿ Quién eres?
A lo que el supuesto ladrón le responde:
¡ Uhmmmm!
Como no le responden, agarra nuevamente al tipo y le pregunta:
¿ Quién eres?
Este de nuevo vuelve a responder:
¡ Uhmmmm!
Enfadado el agricultor porque no le responden agarra al tipo y le da varias vueltas соn mucha violencia y pregunta:
¿ Quién eres?
Pero en esta ocasión соn una tenue voz se escucha:
Soy Juan.
A lo que el agricultor le interpela:
¿ Qué Juan?
Y le responde:
¡ El Mudo!
Había una vez un hombre соn un descapotable nuevo a 200 Km/hr corriendo por la carretera. Se encuentra a un paisano sentado a un lado de la carretera соn una vаса.
El hombre se detiene y le dice al campesino:
Oiga, buen señor, yo lo puedo llevar a usted, pero a la vаса...
Y el paisano le dice:
Aaaaaaaaaah, no se preocupe, ella nos seguirá, no se preocupe.
Sube al coche y la vаса detrás los sigue.
¡ Carai соn la vаса!
Pone segunda y la vаса atrás, siguiéndole.
Pone tercera, cuarta, quinta y sexta, y la vаса siguiéndole. Al cabo de un rato el conductor mira a la vаса y le dice al campesino:
¡ Ve, su vаса ya va cansada!
A lo que el paisano le responde:
¡ No, no! ¡Es que lo quiere adelantar!
Un fornido campesino, entradito en los cuarenta (de esos que andan metidos bien dentro el monte) llega a la consulta del médico del pueblo cargando sobre los hombros a otro campesino mucho más joven que él. Lo deposita en la camilla de examen y le dice al galeno:
Vea cómo le cura la herida en la nalga lo más pronto posible. Le he pegado un balazo соn la escopeta, como si se tratara de una liebre, que no sufra, por favor, que se trata de mi yerno.
Pero, ¿Por qué le ha disparado a su propio yerno?, dice el médico sorprendido.
Pues, realmente, cuando le pegué el tiro, todavía no era mi yerno.