Chistes y anécdotas Hacienda
Un hombre fue citado para una investigación fiscal del Ministerio de Hacienda. Asustado, preguntó a su contador de qué manera vestir.
- ¡Usá harapos!, "que piensen que sos mendigo" - replicó el contable.
Cuando preguntó a su abogado, éste le dio exactamente el consejo contrario:
- ¡No dejes que te intimiden! ¡Usá tu traje y corbata más elegante!
Confundido, el hombre se va a la Iglesia соn el sacerdote, y le cuenta los dos consejos opuestos y le pide su opinión. Y le dice el Sacerdote:
- Déjame contarte una historia: Una mujer, a punto de casarse, le preguntó a su madre que ponerse en su noche de bodas. "Ponte una bata pesada, de franela, que te llegue al cuello" le dijo la madre. Cuando preguntó a su mejor amiga, esta le dio el consejo opuesto:
"Ponte el negligé más pequeño y transparente que puedas encontrar y соn un escote que te llegue hasta el ombligo".
- ¿Pero Padre, que tiene que ver eso соn mis impuestos?
El sacerdote le contesta:
- No importa como vistas hijo mío, hagas lo que hagas y te vistas como te vistas... Te van a соgеr!
Un hombre, fue llamado a una auditoría por impuestos, le preguntó a su contador que ponerse de vestimenta, y este le contestó:
- Usa cualquier harapo. Que piensen que tú estás en la miseria.
Luego le pidió a su abogado la misma pregunta, pero tiene el consejo contrario. -No dejes que te intimiden. Lleva tu traje más elegante y corbata.
Confundido, el hombre fue a su amigo, le dijo que de los consejos contradictorios, y pidió una resolución del dilema.
- Déjame que te cuente una historia, respondió el amigo.
"Una mujer, a punto de casarse, le preguntó a su madre qué ponerse en su noche de bodas. -Usa un pesado, largo camisón, de franela hasta el cuello.
Pero cuando se lo preguntó a su mejor amiga, ella consiguió consejos contradictorios. -Ponte el negligé más sеxy, соn un escote en V hasta en el ombligo.
El hombre protestó:
- ¿Qué significa todo esto que ver соn mi problema соn los impuestos?
El amigo respondió:
- No importa lo que te pones, igual te van a "&%$&%"
En un parque hay una señora соn su pequeño hijo de 5 años y ella decide darle una moneda para que se compre un helado.
El niño se mete la moneda en la boca y sale corriendo al puesto de los helados, pero tropieza y se atraganta соn la moneda.
La señora corre inmediatamente, levanta a su hijo, lo coloca boca abajo y le golpea la espalda tratando que escupa la moneda, pero sus intentos son inútiles. Ella no sabe que hacer y el niño se está asfixiando; el color de su rostro empieza a tornarse morado. La pobre señora mira para todos lados buscando ayuda y gritando en busca de auxilio.
Un señor que está viendo la escena, se acerca соn mucha calma y tranquilidad, toma la niño, le baja los pantalones, le aprieta fuertemente los testículos, le dice algo al oído y el chico inmediatamente escupe la moneda.
La madre del niño del niño aún соn lágrimas en los ojos mira al hombre que ha salvado a su hijo y le dice:
- Gracias caballero, ha salvado usted la vida de mi hijo, ¿es usted médico?
- No señora... Responde el salvador. Solo soy un recaudador de impuestos del gobierno...!
Una vez acabado el año fiscal, la Agencia Tributaria envió un inspector de Hacienda para auditar los libros de una sinagoga. Mientras los iba comprobando, se giró hacia el rabino y le dijo:
- Observo que compraron un montón de cirios. ¿Qué es lo que hacen соn los restos de cera que gotean?
- Buena pregunta -dijo el rabino-. Las vamos guardando y las devolvemos al fabricante, y de vez en cuando ellos nos envían gratis una caja de cirios.
- ¡Oh! -respondió el inspector, algo decepcionado соn que su insólita pregunta hubiese tenido una respuesta tan buena, pero continuó соn sus odiosas maneras-. ¿Qué me puede decir sobre sus compras de galletas? ¿Qué hacen соn las migajas?
- Ah, sí -respondió el rabino, dándose cuenta de que el inspector estaba intentando ponerle en un aprieto соn su absurda pregunta-, las recogemos y las devolvemos a los fabricantes, y de vez en cuando nos envían gratis una caja de benditas galletas.
- Ya veo -respondió el inspector, estrujándose el coco para ver como podía sacar de quicio al sabelotodo del rabino-. Bien, rabino, y entonces ¿qué es lo que hacen соn los prepucios que van quedando de las circuncisiones que llevan a cabo?
- Pues aquí tampoco desperdiciamos nada -respondió el rabino-. Lo que hacemos es irlos guardando y enviarlos a la Agencia Tributaria, y de vez en cuando, una vez al año más o menos, ellos nos envían un сарullо completo.
Un hombre fue citado para una investigación fiscal de Hacienda.
Asustado, le preguntó a su contable de qué manera vestirse.
- Usa harapos, para que piensen que estás en la ruina, replicó el contable.
Cuando le preguntó a su abogado, éste le dijo exactamente lo contrario:
- No dejes que te intimiden, usa tu mejor traje y corbata más elegante.
Una buena presencia da credibilidad y ayudará a entablar una relación más amistosa соn el inspector.
Confundido, el hombre decide preguntar a su mujer, le cuenta de los dos consejos opuestos y le pide su opinión.
- Déjame contarte una historia -dice la señora.
- Cuando estaba a punto de casarme contigo, le pregunté a mi madre qué ponerme la noche de bodas y me dijo:
- Ponte una bata pesada, de franela, que te llegue al cuello, ello hará que te respete.
Pero cuando le pregunté a mí mejor amiga, me dio otro consejo opuesto:
- Ponte el negligé más pequeño que tengas, transparente y соn un escote que te llegue hasta el ombligo, eso hará que te desee y afianzará vuestro amor.
El hombre protestó:
- Pero mi amor, ¿qué tiene que ver eso соn mis impuestos?
- Pues que no importa como te vistas, te van a fоllаr igual.