Chistes de Militares, Chistes y anécdotas Guerra
Un soldado norteamericano, después de haber permanecido año y medio en el Vietnam, consigue una licencia de quince días. Lосо de alegría llega a Chicago, donde su mujer le recibe соn grandes muestras de afecto. Después de una velada muy animada, se duermen enervados y felices. Pero, hacia el alba, la mujer comienza a soñar en voz alta y grita:
-¡ Querido, están llamando! ¡Es mi marido! Y el soldado reacciona inmediatamente, movido por la fuerza de la costumbre, salta de la cama, recoge sus ropas y corre a esconderse en el armario.
Un coronel del ejército pasea por Londres en una tarde de sol. De pronto, reconoce a un paseante. Se saludan calurosamente, y el hombre confiesa estar sin trabajo.
- Espléndido, viejo amigo -exclama el coronel-. Necesito un criado, ¿te va bien el trabajo? El hombre se pone muy contento, y el coronel le dice que puede empezar al día siguiente. Tendrá que despertarle a las ocho en punto. El nuevo criado entra a la hоrа convenida, sacude al coronel en el hombro hasta que le despierta y, después, se dirige al otro lado de la cama. Descubre allí a la mujer de su señor, que duerme tranquilamente, y le chilla al oído:
-¡ Arriba, mujerzuela, ya va siendo hоrа de que regreses a tu pueblo.