Un argentino, un mejicano y un gallego estaban trabajando en la construcción de un edifício de 40 pisos.
A la hоrа del almuerzo, empiezan a abrir sus Tuppers y el argentino, muy irritado, dice:
- ¡Sanguche de jamón y queso otra vez! ¡Si mañana abro el Tupper y encuentro sanguche de jamón y queso, me tiro desde acá arriba!
El mejicano abrió su Tupper y gritó:
- ¡Tacos соn chile de nuevo, manitos! ¡Si mañana mi almuerzo son tacos соn chile, me tiro desde acá!
El gallego abrió el suyo y dijo:
- ¡Sardinas de nuevo, соñо! No! ¡Si mi sandwich de mañana es de sardinas, me tiro yo también!
Al otro día el argentino abrió su Tupper, vió el sandwich de jamón y queso y saltó hacia la muerte.
El mejicano abrió su Tupper, vió los tacos соn chile y saltó también.
El gallego abrió el suyo, vió que su sandwich era de sardinas y salto al vacío.
En el entierro de los tres, la mujer del argentino lloraba sin consuelo diciendo:
- Si yo hubiese sabido cuanto él estaba cansado de comer sandwichs de jamón y queso, no le hubiera
Preparado nunca mas eso!
La mujer del mejicano también lloraba y se lamentaba:
- Yo le podría haber preparado frijoles! ¡No me di cuenta cuanto él estaba odiando comer los tacos соn chile!
Todos se dieron vuelta hacia la esposa del gallego:
- ¡A mi no me miren, él siempre se preparó su propio almuerzo!
Un suicida mexicano llega al infierno y es recibido por una diablita que le sirve de guía para hacer un tour por el inmenso y caluroso lugar. Lo primero que le explica es que allí hay un infierno por cada país y empieza a mostrárselos:
- Este es el infierno alemán; Aquí cuando entras te sientan por una hоrа sobre el fuego producido por una enorme estufa a gas, luego te meten en una pileta de agua helada a 20 grados bajo cero, enseguida te sientan en una silla eléctrica durante dos horas, y finalmente viene el diablo germano y te azota соn un látigo durante tres horas.
No, este no me gusta; muéstreme otro -dice el suicida.
- Bien -dice la diabla- Este es el infierno ruso; Aquí cuando entras te sientan por una hоrа sobre el fuego producido por una enorme estufa a gas, luego te meten en una pileta de agua helada a 20 grados bajo cero, enseguida te sientan en una silla eléctrica durante dos horas, y finalmente viene el....
-¡ Oiga! aquí hacen lo mismo que en el otro... -interrumpe el suicida.
- Si -dice la diabla-, La verdad es que en todos los infiernos hacen lo mismo.
- Y si todos los infiernos son iguales, ¿por qué en ese de allá, están haciendo fila para entrar?
- Ah, es que ese es el infierno de un país latinoamericano. Y, aunque esta diseñado para los mismos castigos, no se pueden realizar porque allí nunca hay gas, la energía eléctrica no sirve porque se robaron los cables para vender el cobre, el agua la cortaron por falta de pago, y el diablo que es un burócrata, viene, firma la planilla y se va...!