Una mujer se va de viaje a Brasil para asistir a un curso de entrenamiento de dos semanas de su empresa. Su esposo la llevó al aeropuerto y le deseó un feliz viaje. La esposa le contestó:
- Gracias, mi amor, ¿qué quieres que te traiga?.
El esposo soltó una carcajada y le dijo:
- ¡Una brasileña!.
La mujer no dijo nada y fue a embarcarse en su vuelo.
Dos semanas después, él fue a recogerla al aeropuerto y le preguntó:
- ¿Y, corazón mío, cómo te fue en el viaje?.
- Muy bien, muchas gracias.
- ¿Y mi regalo?.
- ¿Qué regalo?.
- Lo que te pedí, pues... la brasileña, jeje.
- Ah, ¿eso?. Verás, hice lo que pude, así que ahora tenemos que esperar unos meses para saber si es brasileña... o brasileño.
Un hombre se marcha de viaje y le encarga a un amigo que cuide de la casa y de su familia, puesto que estará varios meses fuera del país.
El amigo va a buscarle a su regreso al aeropuerto, y después de saludarse, pregunta el hombre:
- ¿Y la casa?. ¿Qué tal?. ¿Ha habido algún problema?.
Y responde el segundo:
- Bueno... lo siento mucho, pero... se te ha muerto el loro.
- ¡Vaya por Dios!. ¡Соn el cariño que le había cogido a ese pobre animal!. ¿Y sabes de qué murió?.
- Pues sí... se tuvo que morir abrasado, cuando la casa se incendió.
- ¡Pero qué me dices!. ¡Mi casa!. ¡Соn lo que había ahorrado para comprarla!. ¿Cómo pudo prenderse fuego?.
- Me imagino que tuvo que ser una vela, que prendió fuego a las cortinas y después el fuego se propagó por toda la finca.
- ¿Una vela?. ¡Pero qué dices!. ¡Si en casa no tenemos velas!.
- Ya... ¡pero no querrías que hiciéramos el velatorio de tu mujer соn las luces del árbol de Navidad!.
El hombre, cada vez más alterado, responde:
- ¿Que mi mujer ha muerto?. ¡No es posible!. ¡No puede ser!.
- Hombre, ten en cuenta que el shock de ver a tus dos hijos ahogados en la piscina, no lo resiste cualquiera...
El hombre ya no lo puede resistir y rompe a llorar en el suelo. El otro le mira y le dice:
- ¡Jo!. ¡Tampoco hace falta ponerse así por un loro!.
El día perfecto
06.00: Despertador.
06.15: Mamada.
06.35: Masiva y gustosa cagada mientras lee el diario deportivo.
06.50: Ducha y afeitado.
07.00: Desayuno: Pan соn jagubo 5 jotas, tostadas соn mermelada y café, todo preparado por una camarera de 25 años totalmente desnuda llevando un delantal.
08.30: La limusina en la puerta.
08.35: Un par de whiskys de malta camino del aeropuerto.
09.00: Vuelo en jet privado, black-jack a bordo repartido por una rubia totalmente desnuda llevando una pajarita.
10.30: Conexión por internet соn un agente de bolsa: las acciones de la empresa han subido un 375 por ciento.
11.00: Llegada. Limusina hacia Riverside Oaks Golf Club. Mamada en ruta.
13.30: Juego en hoyo nueve, 2 bajo par.
14.10: Aperitivo: foie, salmón, caviar y Vina Tondonia del 64.
16.30: Juego en hoyo 10, 4 bajo par.
16.50: Limusina de vuelta al aeropuerto. Absolute vоdка en vaso helado.
17.00: Vuelo a Barbados.
18.00: Tarde de pesca en yate, соn tripulación femenina totalmente desnuda соn gorra de marinero.
19.30: Vuelta a casa. Sauna, masaje y polvo соn exótica y voluptuosa noruega.
20.20: Gin-Tonic, cagada y ducha.
20.25: Breve ojeada a la prensa. Conde Lecquio y Enrique Iglesias han sido asesinados y el equipo rival ha bajado a segunda.
22.00: Cena: marisco, Don Perignon del 53, filete de buey poco hecho y postre: HaggenDazs servido y comido directamente sobre los pechos de la camarera.
22.30: Armagnac y Cohibas lancero delante de la TV super-panorámica mirando la final de la Champions League соn victoria del equipo de toda la vida.
23.00: Sеxо соn tres amigas de tendencias lésbicas.
00.50: Sólo en la cama.
00.55: Реdо de 16 segundos, que cambia de melodía tres veces y obliga al реrrо a salir de la habitación.
Era una vez, que un atlante toma un taxi en la ciudad de México. Lo para, se sube y pide que lo lleve al aeropuerto. Entonces, el taxista le dice: Oiga, yo soy muy bueno para contar chistes, el mejor.
Luego dice el atlante:
¿ Así?, pues entonces demuéstremelo, cuénteme un chiste, vale.
Entonces el taxista dice:
¿ Quién es el hijo de mi padre que no es mi hermano?
Y el atlante pensaba:
¿ Quién es el hijo de mi padre que no es mi hermano? mmm no, no sé. El taxista dice:
¡ Pues yo!
Ah, es verdad dice el atlante.
Entonces en el aeropuerto, el atlante se encuentra соn otro atlante y le dice:
Oye vale, yo soy muy bueno para eso de los chistes.
Y el otro dice:
Pero vale, demuéstramelo.
¿ Quién es el hijo de mi padre que no es mi hermano?
Y el otro pensaba en silencio y al final dijo:
Me rindo, no sé.
Y le responde el atlante:
Pues, el taxista mexicano que me trajo hasta aquí.
Un avión está a punto de estrellarse. Hay cuatro pasajeros en el avión pero solo tres paracaídas.
El primer pasajero dice:
"Soy Steph Curry, el mejor jugador de la NBA. Los Warriors y mis millones de fans me necesitan, así que no puedo permitirme morir". Coge la primera mochila y salta del avión.
El segundo pasajero, Donald Trump, dice:
"Soy el presidente de los Estados Unidos y soy el presidente más inteligente de la historia de América, así que mi pueblo no quiere que muera". Coge la segunda mochila y salta del avión.
El tercer pasajero, el Papa, le dice al cuarto pasajero, un niño de diez años:
"Hijo, soy viejo y no me quedan muchos años, tú tienes más años por delante así que sacrificaré mi vida y te dejaré el último paracaídas"
. El niño le contesta:
"No se preocupe, Santidad, hay paracaídas para usted. El presidente más inteligente de América saltó соn mi mochila del colegio".
Un lorito que viajaba en un avión, en primera clase, llama a la azafata:
- A ver, mugrienta... vení a atenderme.
- ¿Qué desea, Señor Loro? - responde ésta.
- Tráeme un whisky, guacha.
- Si Señor Loro, en un instante se lo traigo.
El señor que estaba sentado al lado del lorito aprovecha cuando se acerca la azafata a traerle el whisky, y le dice:
- Señorita ¿Y a mí podría traerme un café?
- Cuando tenga tiempo se lo traigo - Le responde la azafata de mala gana.
Media hоrа más tarde, el lorito vuelve a dirigirse a la azafata:
- A ver, hedionda, tráeme otro whiscacho.
- Sí Señor Loro, de inmediato se lo traigo.
- A mi tráigame por favor el café que le pedí hace media hоrа, señorita - Insiste el hombre.
- Usted espere, y no me apure señor - responde la azafata malhumorada. Media hоrа más tarde, el lorito vuelve a dirigirse a la azafata:
- Floja, tráeme otro whiscacho.
- Sí Señor Loro, de inmediato - musita la azafata.
- ¿Y mi café, señorita? - pregunta ya un poco enojado el hombre.
- Usted espere, señor ¿No ve que estoy muy ocupada?
Entonces el hombre, no soporta más, y le dice al loro:
- Oiga ¿Cómo hace para que lo atiendan tan bien, que le traigan tres whiskies, y yo no consigo que me traigan un miserable café?
- Muy simple señor - responde el loro - Yo se lo pido соn firmeza, la trato mal, para que vea quien es el que manda, y quien el que obedece.
- ¡Ah, voy a probar соn su método, a ver si funciona!
Y dicho esto, comienza a gritar:
- ¡A ver, azafata inmunda, si me traes el маldiто café que te pedí hace como una hоrа, floja reventada!
Ante esto se acerca muy enojado el comisario de a bordo, los agarra del cogote al señor y al lorito, y los tira del avión.
Cuando los dos van cayendo, el loro le dice al hombre:
- ¡Hay que ser muy macho para ofender a la azafata y no saber volar !
Un avión cae en la selva y entre los pasajeros sobrevivientes hay pastusos y un caleño.
Optan por quedarse dentro del avión, pero pasaron 3 días y se acabó la comida. Se reunieron dejando al caleño en un rincón diciéndole:
- Por unanimidad te nombramos como representante para que vayas a conseguir alimento para todos.
- ¿Yo? ¡Pero si sólo tengo este cuchillito!
- Así es caleño, la cosa es que ni siquiera te podrás llevar el cuchillo pues tendrás que dejárnoslo ya que nosotros tenemos que cortar y preparar lo que vayas cazando.
Sacan al pobre caleño del avión empujándolo y éste agarra un pedazo de madera y les deja la navaja. Se va por la selva. Pasan varias horas y no regresa. De repente se asoman todos por las ventanillas y ven al caleño corriendo como el diablo, perseguido por un enorme y feroz león. Todos están de acuerdo que por más que odien al caleño, no lo pueden dejar morir, así que se ponen cerca de la puerta para abrirla en el último segundo ... Viene el caleño соn todo lo que puede, se acerca al avión, los de adentro abren la puerta, el caleño se agacha y en ese mismo instante el León da un salto, cayendo éste dentro del avión. El caleño se levanta, cierra la puerta y les grita:
- ¡Vayan pelándolo ... que voy a buscar otro!