Un cura rural nota que se le está hinchando mucho la barriga y acude al hospital.
Los médicos que lo atienden, se dan cuenta inmediatamente de que es una simple acumulación de gases, pero deciden gastarle una broma.
Lo anestesian, y соn medicación consiguen rebajarle la hinchazón, le colocan a su lado a un bebé recién nacido huerfanito y cuando despierta de la anestesia le dicen que ha dado a luz y que ese es su hijo.
El cura, sorprendido, decide volver a la parroquia соn el bebé diciendo a sus feligreses que es un sobrino al que se le ha muerto su madre y que lo va a cuidar él.
Pasan los años, el bebé ya es un hombre de más de 20 años y el cura, enfermo, en su lecho de muerte lo llama.
El presunto sobrino se acerca y le dice:
- ¿Qué quieres, tío?.
- Precisamente de eso te quería hablar - le responde -.
- No necesitas decirme nada, ya hace mucho tiempo que sospechaba que no eras mi tío, sino que eras mi padre.
- No, hijo, no. No soy tu padre, sino tu madre; ¡¡¡tu padre es el Obispo!!!.
Están Moisés, Jesús y un viejo jugando al Golf. Sale Moisés, y la bola se le va al agua. Se acerca al lago, hace que las aguas se abran, golpea, y hoyo en dos golpes. Le toca a Jesús. Golpea, y la bola se va al agua. Pero, cómo no, en vez de hundirse, flota. Se acerca Jesús andando por el agua, golpea, y hoyo en dos. Por último le toca al viejecito. Golpea, y la pelota va al agua. Pero justo antes de caer, sale un pez y coge la bola. antes de que vuelva el pez al agua una gaviota coge el pez y se lo lleva volando. aparece de repente un halcón, que asusta a la gaviota que en consecuencia suelta al pez, el cual a su vez escupe la bola, la cual describe una parábola que la lleva directamente al agujero, y hoyo en uno. Y dice Jesús:
- Mira, Papá.... Si empiezas a hacer de las tuyas lo dejamos, ¿eh?
Están en un bar un inglés, un alemán y un español tomando juntos unas copas. De pronto el inglés le dice a los otros dos:
- Oye, no os parece que el que está ahí en frente es igualito a Jesucristo?
- No digas tonterías, que va a ser Jesucristo, le responden el alemán y el español.
- Insiste el inglés. Que si, que sí. No veis que es igualito. La barba, la túnica……Estoy seguro que es Jesucristo.
Sin pensárselo un segundo, se levanta el inglés, se va hacia el hombre de la mesa y tanto le insiste, que el hombre le susurra al inglés:
- Escucha, efectivamente soy Jesucristo, pero te pido por favor que hables bajito y no se lo digas a nadie porque como los demás se enteren me vas a formar un escándalo impresionante en la cafetería
Entonces, el inglés,lосо de contento le dice bajito al oído:
- Mira tengo una lesión en la espalda que me hice de pequeño haciendo deporte. Por favor, cúrame.
Jesucristo le pone la mano sobre la espalda y le cura.
Acto seguido el inglés se va a su mesa y, claro, le cuenta el milagro al alemán y al español.
El alemán, sin poder contenerse, se levanta y va hasta la mesa de Jesucristo y le dice:
- Oye, que me ha dicho mi amigo que tú eres Jesucristo. Tengo un ojo de cristal, por favor cúrame.
Jesucristo le pone la mano en el ojo y se lo cura.
Entonces el alemán se va a su mesa y se lo cuenta a sus amigos.
Jesucristo empieza a pensar que en breves instantes aparecerá por allí el español queriendo, como todos, que le cure, pero pasa el tiempo y el español no va. Entonces Jesucristo, ya mosqueado y picado por la curiosidad, se levanta y se va hacia la mesa donde están los tres y poniéndole una mano en el hombro al español le pregunta:
- Oye, ¿tú por qué no...?
Y el español salta de la silla y apartándose violentamente le dice:
- ¡¡¡¡Eh, eh, eeehhhh!!!! ¡¡¡¡Sin tocar….. Sin tocar,que estoy de baja!!!!
Padre, perdóneme porque he pecado (se escucha una voz femenina en el confesionario)
- Dime, hija, ¿Cuáles son tus pecados?
- Padre, el demonio de la tentación se apoderó de mí, pobre pecadora.
- ¿Cómo es eso, hija?
- Es que cuando hablo соn un hombre tengo sensaciones en el cuerpo que no sé como describirlas....
- Hija, por favor, que también soy un hombre...
- Sí, padre, por eso vine a confesarme соn usted.
- Bueno hija. ¿Y cómo son esas sensaciones?
- No sé cómo explicarlas, por ejemplo, ahora mi cuerpo se rebela a estar de rodillas y necesito ponerme más cómoda..
- ¿En serio?
- Sí, quiero relajarme y quedarme tendida...
- Hija, ¿Tendida cómo?
- De espaldas al suelo, hasta que se me pase la tensión...
- Y qué más?
Es como que tengo un sufrimiento que no le encuentro acomodo.
- ¿Y qué más?
- Como que espero un poco de calor que me alivie....
- ¿Calor?
- Calor, padre, calor humano, que lleve alivio a mi padecer...
- ¿Y cuan frecuente es esa tentación?
- Permanente, Padre, por ejemplo, ahora me imagino que sus manos sobre mi piel me darían mucho alivio...
- ¡Hija!
Sí, Padre, perdóneme, pero me urge que alguien fuerte me estruje entre sus brazos y me dé el alivio que necesito...
- ¿Por ejemplo yo?
- Por ejemplo, usted es la clase de hombre que imagino me puede aliviar.
- Perdóname, hija mía, pero necesito saber tu edad...
- Setenta y cuatro, padre.
- Ay hija, vete en paz y no estés fregando que lo tuyo es reumatismo...