Se va al infierno; un mujeriego, un borracho y un fumador. Al llegar fueron recibidos por el diablo. Entonces el diablo les dice:
- No se preocupen muchachos, aquí en el infierno todo es felicidad, vida y miren para que vean que aquí todo es felicidad. A ti mujeriego te voy a dar un dormitorio lleno de hermosas mujeres; a ti borracho te doy un dormitorio lleno de cajas de cerveza, y a ti fumador te doy una tonelada de cajetillas de cigarrillos y yo regreso dentro de 10 años a ver como se encuentran.
Se cumplieron los 10 años y el diablo regresa como había prometido, entonces abre la puerta del dormitorio del mujeriego y lo encuentra feliz y el mujeriego le dice diablo:
- Dame más mujeres que estas ya me han aburrido.
Y le da más mujeres, luego va a ver al borracho y lo encuentra соn las 2000 cajas de cervezas vacías соn una botella en mano, entonces el borracho le dice:
- Diablo mándame más cervezas que me han quedado cortas.
Y el diablo le da más cerveza, luego va a ver al fumador y lo encuentra muy molesto y el diablo le pregunta:
- ¿Qué pasa, te veo molesto? ¿Por qué si te he dado una tonelada de cigarrillos?
Entonces, responde el fumador:
- Sí, pero te olvidaste de darme los fósforos.
La Historia de un Feo.
Voy a contarles mi historia, no es una historia de amor ni tiene un final
Feliz, pero es la única que tengo por haber nacido así, feo, muy feo.
Cuando nací, el doctor fue a la sala de espera y le dijo a mi padre, "hicimos lo
Que pudimos, pero salió".
Mi mamá no sabía si quedarse conmigo o соn la placenta.
Como era prematuro me metieron en una incubadora, соn vidrios polarizados.
Mi madre nunca me dio el pecho porque decía que sólo me quería como amigo. Así que en vez de darme el pecho, me daba la espalda.
Es por eso que debo haber quedado petiso, tan petiso que en lugar de ser enano, soy profundo. De chico iba por los cuarteles para que me gritaran:
¡ Alto! ¡Alto!
Yo siempre fui muy peludo. A mi madre siempre le preguntaban:
Señora, a su hijo, ¿Lo parió o lo tejió?
Mi padre llevaba en su cartera la foto del niño que ya venía en la cartera
Cuando la compró.
Una vez me perdí, le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis
Padres y me contesto:
No lo sé, hay un montón de lugares donde se pudieron haber escondido.
Y para colmo era muy flaco, tan flaco que un día metí los dedos en el enchufe y
La electricidad erró la patada.
Era realmente flaco, para hacer sombra tenía que pasar dos veces por el mismo
Lugar.
Pero mi problema no era ser tan flaco sino ser FEO.
Mis padres tenían que atarme un trozo de carne al cuello para que el реrrо jugara conmigo.
Sí amigos, yo soy FEO, tan FEO que una vez me atropelló un auto y quedé mejor.
Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron un dedo mío a mis padres
Para pedir recompensa. Mi padre les contestó que quería más pruebas.
Yo creo que no pagaron el rescate porque en casa éramos muy pobres, pero eso sí, a pesar de nuestra situación económica, somos muy honrados. Mi padre era tan honrado que un día encontró trabajo, y lo devolvió.
Por eso tuve que trabajar desde chico. Trabajé en una tienda de animales y la gente no paraba de preguntarme cuánto costaba yo.
Un día llamó una chica a mi casa diciéndome, "Ven a mi casa que no hay nadie", cuando llegué no había nadie.
El psiquiatra me dijo un día que yo estaba lосо. Yo le dije que quería escuchar una segunda opinión. De acuerdo, además de lосо es usted muy feo, me dijo.
Una vez cuando me iba a suicidar tirándome desde la azotea de un edificio de 50
Pisos, mandaron a un cura a darme unas palabras de aliento. Sus palabras fueron:
¡ En sus marcas, listos!
El último deseo de mi padre antes de morir era que me sentara en sus piernas. Lo habían condenado a la silla eléctrica.
Cierto día un cura iba a cruzar la calle cuando de pronto, un conductor que iba muy deprisa, le pasa muy cerca, tan cerca que lo salpicó todo al pisar por un charco de barro.
El chofer se detiene para disculparse, y le dice:
- Disculpe padre, no lo vi.
- No hay cuidado hijo, a cualquiera le pasa, fue un accidente.
- Pero padre, ¿no me va a decir nada? mire como lo dejé.
- Pero claro que no, hijo, sólo te pido un favor.
- Pero claro que sí, solo pídalo padre, solo pídalo.
- Gracias hijo, solamente decile a tu mamá que cuando vuelva a parir me guarde un cachorrito!