Chistes de Felipe Calderon
Tal cual me lo enviaron lo reenvio,
Estaba Calderón hablando en el Zócalo capitalino y de pronto se aparece Jesucristo bajando lentamente del cielo. Se pone a un lado de Felipe Calderón y le susurra algo al oído. Entonces el presidente Calderón dirigiéndose a la multitud, dice:Queridos Mexicanos por haber salvado al mundo de la influenza, Jesucristo mandado por su padre que es Dios, me ha escogido como su interlocutor en el mundo, a mí, sí, a mí, por ser tan buen creyente y estar alejado de las drogas... Perdón, creo que Jesús nos quiere decir algo.
Jesucristo toma el micrófono y dice:
- Habitantes de este maravilloso país: ¿No es cierto que así como yo multipliqué el pan y los peces para dar de comer a todos, este hombre les prometió trabajo a todos para que no les faltara el pan?
El pueblo responde:
- Sí!!
- ¿No es cierto, que igual que yo anduve entre los fariseos, él anda acompañado de ladrones, estafadores y rateros cual vil pandilla?
El pueblo nuevamente responde:
- Síí!!
- ¿No ha vendido la riqueza petrolera como yo fui vendido por Judаs?
El pueblo frenético responde:
- Síííííííííííííí.
- ¿Es verdad que a él se le conoce como el presidente del empleo y las manos limpias, como a mi se me conoció como El Mesías?
El pueblo responde (ya enloquecido y emocionado): SÍIIIIIIIIIIII!!!!!!!!!!!!!
Es verdad que prometió bajar la luz, la gasolina y eliminar la tenencia y en lugar de eso las incremetó?: Siiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!
- Entonces, ¿qué esperan para crucificar a este hijo de la CHINGADA???
Tres presidentes (Obama, Sarkozy y Calderón) están desnudos en la sauna de la casa blanca, discutiendo cuál será la estrategia a seguir para derrotar al terrorismo.
De repente, se escucha un bip.
Obama se toca el antebrazo y el sonido cesa.
Los otros se le quedan mirando perplejos.
- Es mi biper, - comenta Obama -. Tengo un microchip bajo la piel de mi brazo.
Minutos más tarde, un teléfono suena.
Sarkozy acerca la palma de la mano hacia su oido. Cuando termina de hablar, él les explica:
- Es mi teléfono móvil. Tengo un microchip en mi mano.
Calderón, sintiéndose totalmente fuera de lugar y escaso de tecnología, se sale de la sauna.
A los pocos minutos, regresa соn un pedazo de papel higiénico colgando de su trasero.
Obama y Sarkozy se quedan atónitos, sin habla. A lo que Calderón les explica:
- Estoy recibiendo un fax.