Un señor de mediana edad lleva una hоrа sentado en un bar mirando la copa sin beberla, cuando llega un camionero alto y gordo y se bebe la copa de un solo trago. El pobre hombre se echa a llorar, y el camionero le dice:
- ¡Vamos, buen hombre, era solo una broma, ahorita le pido otra copa! El señor le contesta:
- No, no es eso, es que hoy ha sido el peor día de mi vida. Primero, llego tarde al trabajo y me despiden. Luego, al llegar donde había dejado mi coche, veo que se lo habían robado. Camino a mi casa y veo a mí mujer соn otro hombre, y me vengo para acá, y cuando por fin iba a terminar соn todo esto, llega usted y se toma mi veneno.
Resulta que para entrar al cielo, había una entrada para hombres y una para mujeres. Por la entrada de hombres, había dos puertas, una соn un letrero que decía:
"MI MUJER MANDABA EN MI CASA"; y otra соn un letrero que decía "YO MANDABA EN MI CASA"
. Y como es de suponerse, en la primera puerta, había una cantidad enorme de hombres esperando, mientras que en la segunda puerta, no había nadie. Hasta que de repente, al llegar al cielo, uno de los interesados por pasar, tomó la opción de entrar por la segunda puerta. Todos los presentes se sorprendieron muchísimo, y cuchicheaban entre sí, hasta que por fin alguien se animó a ir a preguntarle al recién llegado el por qué había elegido esa puerta, a lo que el hombre respondió:
Es que mi mujer me dijo que me formara aquí.
Parece que Dios ya estaba acabando de crear el universo, pero todavía le quedaban un par de cosas por repartir, así que decidió hablar соn Adán y Eva.
Les dijo que una de las cosas que aún le quedaban era algo que permitiría, a quien lo tuviera, hacer pipí estando de pie.
- Realmente es algo muy útil, les dijo Dios, y estaba pensando si les interesaría a alguno de ustedes.
Adán empezó a dar saltos y le rogó,
-¡ Yo quiero eso! ¡Dámelo a mí, porque yo sé cómo usarlo! Me parece que es justo la clase de cosa que un hombre debe poder hacer. ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favoooooor! ¡Yo quiero eso!
Y seguía pidiendo, mientras tiraba una de las mangas de la túnica de Dios.
Eva sonrió al ver esa escena y le dijo a Dios que si Adán deseaba tanto eso, debería dárselo a él.
Así que Dios le dio a Adán la cosa que le permitiría hacer pipí de pie, y que lo tenía tan emocionado.
Apenas lo recibió, Adán fue corriendo a probarlo sobre un árbol,y después escribió su Nombre en la arena, mientras reía a carcajadas, encantado de lo que podía hacer соn su regalo.
Dios y Eva lo estuvieron mirando un rato, y entonces Dios le dijo a Eva,
- Bien, aquí tienes la otra cosa que tengo para repartir, y que creo que te pertenece.
-¿ Y cómo se llama??, preguntó Eva.
- Cerebro?, dijo Dios.
Un hombre va al cielo y le preguntan:
¿ Nombre y apellidos?
Manolo Gutiérrez.
Vaya por Dios, no me aparece en pantalla.
Pero, ¿Y eso?, si yo he sido muy bueno, muy bueno.
Pues no sé, va a tener usted que pasar por el infierno.
Pero, jоdеr, si yo...
Nada, nada, ya le digo que su nombre no aparece en la pantalla, y por favor no nos interrumpa que tenemos mucho lío.
Llega al infierno:
¿ Nombre y apellidos?
Manolo Gutiérrez.
Uhm, no aparece en pantalla, va tener usted que pasar por el purgatorio.
Pero oiga, ¿Qué dice?
Sí, sí y además no me entretenga, ¿No ve que estoy ocupado?
Llega al purgatorio.
¿ Nombre y apellidos?
Manolo Gutiérrez.
No, no parece en pantalla, tiene usted que reencarnarse. Puede elegir entre un rinoceronte del Congo o una gallina andaluza.
Pero...
Ni pero ni leches, a reencarnarse ya mismo.
De repente Manolo que aparece en una granja (convertido en gallina) entre otras dos gallinas.
Esto, ¿También reencarnación?
Sí, ¿Y aquí, qué hay que hacer?
Pues poner huеvоs.
¿ Y eso?
Sino te pasan a la sala de despiece.
¿ Y cómo ponen huеvоs?, yo no he puesto huеvоs en mi vida.
Apretando.
¿ Apretando?
Sí, sí, sí, aprieta.
Gghrmhnrrrmeegrnmnmgreggmmh...
¡ Manolo! ¡Manolo! ¡Despierta que te estas cagando!