Chistes y anecdotas de Vendedores
Viene un hombre a la tienda de animales y le pregunta al vendedor si le puede enseñar unos cuantos loritos, pero de los mejores...
El vendedor le acompaña y le enseña al primer loro:
Comprador: hay, pero que bonito que es este loro! Y cuanto cuesta?
Vendedor: 2000 € señor^^
Comprador: Alaa! Y por que tan caroo?!
Vendedor: este loro sabe recitar poemas, conoce todo el diccionario, sabe hablar latin, y griego antiguo, y sumar y restar.
Comprador: ah, entonces es un precio razonable, me enseña otro lorito?
El vendedor le enseña otro loro, y le dice: este loro cuesta 5000 € señor
Comprador: dios mio... y ese que? sabe hacer tareas domesticas también??!!
Vendedor: no, pero este loro sabe hacer lo que hacia el loro anterior, mas sabe también multiplicar y dividir, sabe de idiomas, ingles, y ruso, y te corrige las faltas de ortografía de cualquier idioma.
Comprador: pues jolines соn el loro... que sabe hacer casi todo... Me enseña otro loro?
El vendedor le enseña otro loro y le dice: este cuesta 20000€ señor...
Comprador: pero si cuesta casi = que mi coche!! y este es **** persona o que? tareas domesticas, cocinar, reparar electrodomésticos, cortar el césped, que sabe hacer estee!!!!???
Vendedor: la verdad es que todavía no le hemos visto hacer nada...:( pero los otros loros le llaman jefe
Una mujer entra en un concierto de BMW. Ve un coche que le gusta y se acerca a inspeccionarlo. Al agacharse a ver el interior se le escapa un sonoro реdо. Preucupada, se gira para ver si alguien se había dado cuenta y se encuentra соn que allí, a su lado, se encuentra parado uno de los vendedores.
- Buenos dias, señorita.
¿ En que la puedo ayudar?
Y ella, incomoda, porque era obvio que el vendedor habia tenido que oír el реdо, dice:
- Señor, ¿cuanto cuesta este precioso automovil? y el vendedor, sonriendo, le responde:
- Señorita, si se tiro un pedoal tocarlo, ¡se va a саgаr cuando le diga el precio!
Resulta que el dueño de un maxikiosko toma un empleado nuevo sin experiencia, entonces le dice:
- Mirá, el primer cliente lo atiendo yo... vos aprendé.
- Buenos días- dice la clienta- ¿tendría por casualidad lustramuebles?
- Sí señora, sí tengo... pero, ¿por qué no lleva también limpiavidrios?
- ¿Limpiavidrios? Pero, ¿para qué?- pregunta la señora.
- Y ... si lustra los muebles pero le quedan los vidrios sucios, es como si no hubiera lustrado nada, ¿no le parece?
- Tiene razón... - le contestó, véndame un limpiavidrios también.
- ¿Aprendiste? -le pregunta el dueño al empleado- asi que al próximo lo atendés vos.
- Por supuesto.
Entra una chica y pregunta:
- Disculpame flaco ¿tampones... vendés?
- Sí, pero ¿por qué no te llevás lustramuebles y limpiavidrios también? -le contesta.
- ¿Pero, qué tiene que ver el limpiavidrios y lustramuebles соn el tampón? -le pregunta sorprendida.
Y el empleado le contesta:
- Y, si vas a estar cinco días sin соgеr, por lo menos lustrá los muebles y limpiá los vidrios!
Un amigo mío se fue a Madrid en viaje de trabajo, sabiendo que su novia necesitaba unos lentes para la vista y, encontrando la ocasión de comprarle unos muy bonitos y baratos, entró en una óptica.
Después de ver unos cuantos, se decidió por unos y se los compró. La dependienta se los envolvió, pagó la cuenta pero, al marcharse, en lugar de соgеr el paquete соn los lentes, cogió otro muy parecido que había al lado.
El paquete contenía unos calzones que una clienta de la óptica acababa de comprarse en una corsetería.
Mi amigo, que no se dio cuenta de la equivocación, se fue directamente a correos y le envió el paquete a su novia, junto соn una carta.
La novia al recibirlo se quedó extrañadísima соn el contenido así que abrió la carta y leyó.
Querida Marta:
Espero que te guste el regalo que te envío, sobre todo por la falta que te hacen, ya que llevas mucho tiempo llevando los mismos y éstos son cosas que se deben cambiar de vez en cuando.
Espero haber acertado соn el modelo. La dependienta me dijo que era la última moda, de hecho me enseñó los suyos y eran iguales.
Yo, para comprobar si eran ligeros, los cogí y me los probé allí mismo. No sabes como se rió la dependienta, porque esos modelos femeninos en los hombres quedan muy chistosos y más a mí, que sabes que tengo unos rasgos muy prominentes.
Una chica que había allí me ayudó también a decidir. Me los pidió, se quitó los suyos y se los puso para que yo pudiera ver el efecto.
A esta chica le lucían menos que a la dependienta, porque el pelo se los tapaba un poco por los lados, pero aún así, me pareció que le favorecían muchísimo.
Finalmente me decidí y te los compré. Póntelos y se los enseñas a tus padres, hermanos y, en fin, a todo el mundo, a ver qué dicen.
Al principio te sentirás rara..., acostumbrada a ir соn los viejos, y últimamente a no llevar ningunos... Pero sobre todo, mira que no te estén pequeños, si no te van a dejar señal cuando te los quites.
Ah, y ten cuidado también de que no te estén grandes, no sea que se te caigan cuando vayas caminando.
Para que te sean útiles y resulten más bonitos, me han aconsejado que los limpies muy a menudo.
Igualmente me recomendaron que tengas cuidado соn los roces porque se acaban estropeando.
Llévalos соn cuidado y, sobre todo, no vayas a dejarlos por ahí y los pierdas, tú tienes la costumbre de quitártelos en cualquier parte.
En fin, para que te voy a decir más... Estoy deseando vértelos puestos.. Creo que este es el mejor regalo que podía hacerte.
Un beso tu Carlos
Un tío llega соn una mujer guapísima a la joyería Tiffany's, y juntos escogen una joya de 50.000 euros para ella. Al pagar la cuenta, el hombre saca su talonario. El vendedor pone cara de preocupación, pues
Es la primera vez en su vida que ve a aquel sujeto. El cliente que percibe su gesto, le dice:
- Veo que está pensando que el cheque puede no tener fondos, ¿cierto?. Pues bien, vamos a hacer lo siguiente, como hoy es viernes y el banco ya está cerrado... quédese соn el cheque y соn la joya. El lunes, tan pronto haya cobrado el cheque, mande entregar la joya a la casa de la señorita ¿OK?.
El vendedor se queda tranquilo, y el lunes, al intentar cobrar el cheque, efectivamente constata que no tiene fondos. El vendedor
Telefonea al cliente, quien le responde:
- Puede romper el cheque, ya me la tiré. Gracias por la colaboración.
Uno de los tantos desocupados que hay en Bs. As. decide buscar trabajo en un shopping de esos para clase medio-alta. Se entrevista соn el gerente de RRHH y éste le pregunta:
- ¿Tenés alguna experiencia en Ventas?
- Si, trabajé un tiempo vendiendo ropa.
Al gerente, le cayó en gracia el tipo y lo contrata.
- Empezás mañana. A la hоrа del cierre te vengo a ver para saber cómo te fue.
El primer día de trabajo fue durо. Al finalizar el día, el gerente baja y le pregunta:
- ¿Cuántas ventas hiciste hoy?
- Una.
- ¿Una sola?, dice el gerente. Nuestro personal hace en promedio 25-30 ventas al día.
- ¿De cuánto fue la venta?
- 300 mil pesos, le responde el tipo.
- ¿300 mil, pero qué le vendiste?
- Primero le vendí un anzuelo chico. Después le vendí un anzuelo mediano. Después uno grande. Después le vendí una caña de pescar nueva. Después le pregunté a dónde iba a ir a pescar y me dijo que a la Laguna de Junín. Así es que le dije que iba a necesitar un bote y lo llevé a la sección de botes y le vendí uno nuevo, соn motor doble, fuera de borda, un Mercury, vió. Después me dijo que su Nissan no iba a poder соn semejante bote, así es que lo lleve a la sección de autos y le vendí una Explorer 4X4 соn malacate.
El jefe visiblemente impresionado por las aptitudes del tipo le pregunta:
- ¿El señor vino acá a comprar un anzuelo y vos le vendiste un bote y una 4X4?
A lo que el novato responde:
- ¡Nooooo...! La verdad es que el tipo vino a comprar tampones para su señora y le dije:
"Maestro, ya que tiene arruinado el fin de semana... ¿por qué no se va a pescar?"
Una mujer fue al Servicio de Atención al Cliente de un importante negocio de ventas de electrodomésticos. Le dice al empleado del mostrador que quería devolver una tostadora que había comprado, porque no funcionaba. El empleado le contestó que no podía aceptarle la tostadora porque la había comprado соn una oferta especial. Entonces la mujer levantó los brazos y comenzó a gritar:
- Acaríciame las tetas, por favor... ¡Acaríciame las tetas!
El empleado, aturdido, corrió a llamar al gerente del local. Ya frente a una multitud creciente de clientes, el gerente le preguntó a la mujer:
- Pero, ¿Qué le pasa, señora?
Ella le explicó otra vez el problema de la tostadora y el gerente, le repitió la misma negativa dada por el empleado.
Inmediatamente ella, una vez más, levantó los brazos y comenzó a gritar:
- Acaríciame las tetas, por favor, dale, ¡Acaríciamelas!
Diciendo eso, atrajo una multitud mucho mayor. Shockeado, el gerente pregunta:
- ¿Pero señora, por qué está gritando esto?
La mujer, ya соn toda tranquilidad, le dice:
- Porque me gusta que me acaricien las tetas cuando siento que me están jodiendo.
La multitud estalló en aplausos y rápidamente le reembolsaron el dinero