Chiste de largos, Cuentos Graciosos
Un mexicano estaba tranquilamente tomando su desayuno, cuando un típico "norteamericano", mascando chicle, se sienta a su lado.
El mexicano ignora al "yanquiman" que no muy contento соn eso, trata de hacerle conversación preguntando:
- Perdón, ¿usted se come todo el pan?.
- ¡Por supuesto! - contesta el mexicano -.
- Nosotros no- dice el gringо -.
- Nosotros sólo nos comemos la migaja de adentro del pan y la parte de afuera la ponemos en un container, la reciclamos, la transformamos en harina y la exportamos a México.
El mexicano escucha en silencio, impertubable.
El americano sigue mascando su chicle e insiste:
- ¿Y ustedes se comen la mermelada соn el pan?.
- ¡Por supuesto! - contesta nuevamente el mexicano -.
- Nosotros no - dice el americano -.
- Nosotros en el desayuno comemos fruta fresca, la cáscara y las semillas las ponemos en un container, las reciclamos, las transformamos en mermelada y la exportamos a México.
El mexicano ya un tanto alterado le pregunta:
- ¿Y ustedes qué hacen соn los condones después de usarlos?.
- ¡Los tiramos a la ваsurа, "of course"!.
- Bueno, nosotros no.
- Después de usarlos los ponemos en un contenedor, los reciclamos, los transformamos en chicle y los exportamos a los Estados Unidos.
Un policía detiene a un coche en la carretera y se suscita la siguiente conversación:
- ¿Cuál es el problema, oficial?.
- Iba por lo menos a 100 km/h y el límite es de 80.
- ¡No oficial!. Yo sólo iba a 70.
La esposa interrumpe:
- Vamos, Ricardo, ibas a 110.
El señor mira fulminantemente a su mujer.
- También lo voy a multar por la direccional que tiene rota.
- ¿Direccional rota?, no me había dado cuenta, oficial.
- Vamos, Ricardo, desde hace semanas que lo sabes.
El señor vuelve a mirar furioso a su mujer.
- Y se merece otra multa por no traer el cinturón de seguridad.
- Pero oficial, apenas me lo quité cuando usted me detuvo.
- Vamos, Ricardo, tú nunca te pones el cinturón.
El señor le dice a su esposa:
- ¡Ya cierra el pico!.
Entonces el oficial le dice a la señora:
- Oiga, ¿su marido siempre le habla en ese tono?.
- No, sólo cuando está borracho.