Chiste de largos, Cuentos Graciosos
Un hombre que tiene mucho dinero decide dedicarse a viajar por el mundo, y como primer viaje se va al Hungría. Cuando vuelve se encuentra соn una amigo:
- ¿Qué tal tu viaje por Hungria?.
- Pues todo muy bonito.
- ¿Y Budapest?.
- Una ciudad preciosa.
- ¿Y qué tal соn las magiares?.
- Pues... esto... eh, bien.
Cuando se despide se va a su casa, coge el diccionario y busca la palabra "magiares", y lee:
"Mujeres naturales de Hungría"
, así que piensa:
"Vaya, he debido de quedar en ridículo".
Total, que su siguiente viaje es a Portugal, y a su regreso se vuelve a encontrar соn su amigo.
- Hombre, me dijeron que te fuiste a Portugal.
- Pues sí, tenía ganas de ver ese país.
- ¿Y cómo es Lisboa?.
- Una ciudad preciosa, su puerto, la zona monumental...
- Bueno, ¿y cómo eran las lusas?.
- Eh... hombre, dentro de su entorno, bien.
Al llegar a su casa coge el diccionario para buscar la palabra "lusas":
"Mujeres naturales de Portugal"
, y dice:
"Vaya, he vuelto a hacer el ridículo, pero en la próxima no fallo".
Como siguiente destino se va a Egipto y a su vuelta, se encuentra de nuevo соn su amigo.
- ¿Dónde estabas esta vez?.
- Me fui a Egipto.
- ¿Qué tal las gentes de allí?.
- Amables, pero te intentan sacar el dinero vendiendo baratijas.
- Vaya. ¿Y qué tal las pirámides?.
- Pues me ligué a tres y a dos me las llevé a la cama.
Una mujer se va de viaje a Brasil para asistir a un curso de entrenamiento de dos semanas de su empresa. Su esposo la llevó al aeropuerto y le deseó un feliz viaje. La esposa le contestó:
- Gracias, mi amor, ¿qué quieres que te traiga?.
El esposo soltó una carcajada y le dijo:
- ¡Una brasileña!.
La mujer no dijo nada y fue a embarcarse en su vuelo.
Dos semanas después, él fue a recogerla al aeropuerto y le preguntó:
- ¿Y, corazón mío, cómo te fue en el viaje?.
- Muy bien, muchas gracias.
- ¿Y mi regalo?.
- ¿Qué regalo?.
- Lo que te pedí, pues... la brasileña, jeje.
- Ah, ¿eso?. Verás, hice lo que pude, así que ahora tenemos que esperar unos meses para saber si es brasileña... o brasileño.
Tres exploradores se perdieron en la selva africana, y fueron capturados por unos caníbales. Pero el Rey les dijo que podían salvarse si pasaban dos pequeñas pruebas.
La primera era buscar en la jungla diez unidades de una misma fruta. Los hombres aceptaron, y por separado fueron a buscar frutas.
Llegó el primer hombre y dijo:
- Yo traje diez manzanas!
Entonces el Rey le dijo:
- Bien, ahora debes empujarte por el trasero cada fruta sin poner ninguna mueca en el rostro, o si no te matamos!
El tipo se metió la primera manzana, pero en la segunda no pudo evitar gritar de dolor, por lo que de inmediato lo mataron.
Llegó el segundo hombre соn 10 ciruelas. El Rey le dijo lo que debía hacer, y el tipo sin muchos problemas por el pequeño tamaño de sus frutas comenzó соn la 1era, 2da, 3era, 4ta... Hasta la octava, pero justo соn la novena soltó una carcajada y fue asesinado.
El primer y el segundo hombre se encontraron el cielo, y el primero preguntó:
- Oye, por qué te reíste? Ya casi lo lograbas.
Y el segundo le contestó:
- No me pude aguantar, ví al tercero llegar соn diez piñas!