La hija de un granjero pregunta a su padre cómo se hace el amor. El hombre llama a su capataz y le ordena que lleve a la nena a pasear por el campo. Cuando los dos caminan cerca de un grupo de yeguas y caballos, ell,a que ya tiene dieciocho años, pregunta:
- Señor Pérez, ¿cómo hace entender una yegua a un caballo que quiere hacer el amor?
- Sólo por el olor, señorita. Más adelante pasan cerca de un corral lleno de vacas.
-¿ Cómo da a entender la vаса al toro que quiere hacer el amor?
-¡ Lo mismo que antes: por el olor, señorita, por el olor! Y así se repiten las preguntas, y las mismas respuestas, durante toda la tarde. Cuando regresan a la granja, muertos de cansancio, ella se vuelve de repente y exclama:
-¡ Dígame, señor Pérez! ¿Usted es idiота... o es que está resfriado?
Cuenta la leyenda que un índio chileno llamado Colo Colo, cuando Argentina quería invadir Chile, era el único que le daba valor a su gente. Los animaba a cargar y luchar contra los Argentinos. -Captúrenlo! pero no lo maten, si lo matan lo harán un "héroe" y eso es malo. Mejor le cortan un brazo. Dijo el capitán argentino. Lo capturaron y le cortaron un brazo. Pero Colo Colo volvió соn un brazo de madera que le hizo un carpintero, e incluso su ataque fue peor. -Le hemos cortado un brazo y sigue luchando. Captúrenlo pero no lo maten, córtenle una pierna! El indio chileno regreso a su patria saltando, pero como era tan patriota que lo llamo al carpintero, le hizo una pierna de madera y nuevamente respondió соn un ataque todavía más feroz.
- Captúrenlo y córtenle el "pene". Pero Colo Colo no se rindió, buscó al carpintero y le puso un pene de madera. El indio atacó de nuevo, esta vez a la mujer del capitán argentino, y ahí nació ¡Pinocho!
Jaimito le dice a su maestra:
- Maestra ven a mi casa a dormir.
M.- No.
J.- Por favor, que es mi cumpleaños.
M.- Bueno.
En la casa de Jaimito:
J.- Maestra, quítate la ropa.
M.- No.
J.- Por favor, que es mi cumpleaños.
M.- Bueno.
Los dos desnudos en la cama:
J.- Maestra, déjame que meta mi dedo en tu ombligo, que mi mama me deja.
M.- No, Jaimito eso si que no.
J.- Por favor maestra, es que es mi cumpleaños.
M.- Bueno.
M.- Ah, ah, ah, pero Jaimito que ese no es mi ombligo.
J.- Ya, ni ese tampoco es mi dedo.
Estaba una mujer a punto de subir a un avión y al caminar por el aeropuerto ve una maquinita que predice el futuro por 1 euro.
La curiosidad le llevó a echarle una moneda y le dijo:
- Usted es una señora de 35 años, viuda, (cosas que eran ciertas), a punto de subir a un avión y ahora se le va a caer el billete y se va a tirar un реdо.
Y la señora no se la cree y entonces sigue caminando y dicho y hecho, se le cae el billete y al recogerlo, se tira el реdо.
Sigue sin creer y regresa a la maquinita, le vuelve a echar 1 euro y le dice ahora:
- Usted, es una señora viuda, de 35 años, a punto de subir a un avión, se acaba de tirar un реdо al recoger su billete del suelo y ahora le van a dar ganas de mear, en el baño se va a encontrar al hombre de sus sueños y no se va a resistir a sus encantos.
No se la cree, dice:
"Esta jodida máquina está loca" y sigue caminando hasta la sala para subir a su avión. De repente le dan ganas de ir al baño, entra, se encuentra a un hombre muy atractivo y ¡ZAS!, se la folla.
Total, que la jodida señora no se lo puede creer y regresa a la maquinita, le echa otra moneda y le dice ahora:
- Usted es una señora de 35 años, viuda, y por andar de pedorra y de рuта, ya se le fue el avión.