Instituto de salud mental
(Grabación del contestador automático del Instituto de Salud Mental)
"Gracias por llamar al instituto de Salud Mental, la organización más efectiva para tratar sus momentos de locura:
Si usted es obsesivo-compulsivo, presione repetidamente el número 1.
Si usted es co-dependiente, pídale a alguien que presione el número 2 por usted.
Si usted tiene múltiples personalidades, presione el 3,4,5 y 6.
Si usted es paranoico, nosotros ya sabemos quién es usted, sabemos lo que hace y sabemos lo que quiere, de modo que espere en línea mientras rastreamos su llamada.
Si usted sufre de alucinaciones, presione el 7 en ese teléfono gigante de colores que Ud. (y sólo Ud.) ve a su derecha.
Si usted es esquizofrénico, escuche cuidadosamente y una pequeña voz interior le indicará qué número presionar.
Si usted es depresivo, no importa qué número marque, da lo mismo, nada
Conseguirá sacarlo de su lamentable situación.
Si usted sufre de amnesia, presione 8 y diga en voz alta su nombre, apellidos, dirección, teléfonos, e-mail, C. I., número de su cuenta corriente, fecha de nacimiento, lugar de nacimiento, estado civil y el teléfono de sus vecinos.
Si usted sufre de indecisión, deje su mensaje después de escuchar el tono... o antes del tono... o después del tono... o durante el tono. En todo caso, espere el tono.
Si sufre de pérdida de la memoria de corto plazo, presione 9.
Si sufre de pérdida de la memoria de corto plazo, presione 9.
Si sufre de pérdida de la memoria de corto plazo, presione 9.
Si sufre de pérdida de la memoria de corto plazo, presione 9.
Si es tacaño obsesivo, le duele terriblemente prestar sus cosas y siempre espera retribución por los favores, ¡cuidado! cuelgue de inmediato, pues deberá pagar S. L. M. a una tasa de 100 pesos por minuto...
Si tiene la autoestima baja, por favor cuelgue. Todos nuestros operadores están atendiendo a personas más importantes que usted.
Si соn esto su problema se acentúa, es porque estamos mejorando para usted
.... Gracias"
Un reo, condenado a cadena perpetua por asesinato en primer grado, se escapa después de pasar 25 años en la cárcel. Al huir, entra a una casa en la que duerme una joven pareja.
El reo ata al hombre a una silla y a la mujer a la cama.
A continuación, acerca su rostro al cuello de la mujer, luego se incorpora y sale de la habitación.
Inmediatamente, arrastrando la silla, el marido se acerca a su esposa y le dice:
- Mi amor, este hombre no ha visto a una mujer en años. Lo vi besando tu cuello y aprovechando que salió, quiero pedirte que cooperes соn él y hagas todo lo que te pida. Si quiere tener sеxо contigo, no lo rechaces y finge que te gusta. No lo hagas enojar.
Nuestras vidas dependen de ello!. Se fuerte, mi vida; yo te amo.
La joven esposa le dice al marido:
- Querido, estoy complacida de que pienses así. Efectivamente, ese hombre no ha visto a una mujer en muchos años, pero no estaba besando mi cuello.
Estaba diciéndome al oído que tú le gustas y quería saber si guardábamos la vaselina en el baño. Se fuerte, mi vida; yo también te amo!
Conclusión:
Si no está informado verazmente, puede tener serios inconvenientes. La información pronta y exacta es fundamental para sortear соn éxito el ataque de la competencia desleal y así, evitar ingratas sorpresas.
Al recorrer el país entero durante un viaje de cacería, un hombre bien vestido de Estocolmo apunta y le dispara a un pato que va volando, pero el ave cae dentro del corral de un granjero, quien la reclama como suya.
- No es suyo el pato, es mío, insiste el cazador.
Como ninguno de los dos cede, el granjero sugiere resolver las cosas a la antigua usanza:
- Соn una patada pueblerina.
- ¿Una qué?, dice el cazador.
- Yo le pateo tan fuerte como pueda en la entrepierna, le dice el granjero y luego usted hace lo mismo conmigo. El que grite menos tiene derecho a quedarse соn el ave.
El hombre de Estocolmo acepta. El granjero toma vuelo y suelta un golpe demoledor en las partes blandas del hombre, quien aúlla de dolor y cae al suelo.
- Bien, ahora es mi turno.
- Olvídelo - dice el granjero -. Se puede usted quedar соn el pato