Una bella mujer joven sale de la ducha, se envuelve соn una toalla yavisa a su marido que ya puede ducharse. Cuando él entra en la ducha suena el timbre de la puerta. La esposa le dice que ella abre, y baja a abrir la puerta envuelta en la toalla.
Al abrir la puerta se encuentra a su vecino Antonio, quien se queda sin palabras ante la visión que le ofrece la señora. Entonces, él saca dos billetes nuevecitos de 100 euros y le dice a ella que son suyos si deja caer la toalla hasta la cintura.
Ella piensa, "¿por qué no?", de modo que deja caer la toalla y deja sus senos al descubierto , entonces coge el dinero. Antonio jadea ante lo que ve; saca prontamente otros 200 euros y se los ofrece por dejar caer la toalla hasta el suelo para ver todo el asunto. La mujer piensa que ya había llegado bastante lejos, así que no le importaba hacerlo, y deja caer la toalla al suelo enseñando su precioso cuerpo. Antonio la contempla un momento, le da las gracias y se va.
Cuando ella sube de nuevo, su marido que acababa de salir de la ducha, le pregunta que quién había llamado a la puerta.
Ella contesta:
- Era nuestro vecino Antonio.
- ¿Y ha traído los 400 euros que me debe? - pregunta el marido.
Estos eran cuatro directivos de empresa, que estaban jugando al golf en el lujoso club local. Al rato de estar jugando, uno de ellos comenta que necesita ir al baño y les pide que suspendan un par de minutos el partido. Los otros, todos unos caballeros, no ponen inconveniente alguno y aprovechando el breve descanso, se ponen a charlar de sus cosas:
- No es por presumir, pero a mi hijo le esta yendo de cine en el negocio inmobiliario. Ha ganado tanto dinero este año, que hasta se ha permitido el lujo de regalarle un chalet a uno de sus amigos...
- Pues tampoco es por presumir, pero ya sabeis que mi hijo se ha dedicado al negocio del automóvil. Esta especializado en coches de importación y gana tanto dinero que hasta le regaló un Ferrari a uno de sus amigos...
- Pues deben ser los tiempos, porque el mío tiene una sociedad de Cambio y Bolsa y fijaros si le le estará yendo bien, que hasta le regaló a uno de sus amigos un paquete de acciones de las mejores...
En eso regresa el que se había ido apurado en el baño y los otros tres, antes de reanudar el juego y por educación, le preguntan por su hijo:
- Pues la verdad, mal -responde el cuarto directivo- Ya sabéis que desde pequeño me ha salido соn tendencias homosexuales: ahora es una loca y trabaja en un salón de belleza. Pero ha de ser bueno en lo que hace, porque uno de sus novios le ha regalado una casa, otro un Ferrari y otro un paquete de acciones de las más buenas.
Un abogado está parado ante San Pedro, quien lee un listado de sus pecados:
1- Defender a una compañía que produjo la destrucción de una ciudad completa por contaminación ambiental habiendo pruebas contundentes de la culpabilidad de la misma.
2- Defender a un peligroso asesino, obviamente culpable, por ser un buen cliente y ofrecer una paga sustanciosa.
3- Recargar las cuentas de los clientes, etc, etc, etc...
El abogado, en pos de defenderse, le dice a San Pedro:
- ¡Eh, está bien! ¡Acepto los cargos! ¿Pero qué hay de las obras de bien que he hecho en mi vida???
San Pedro mira en otro listado y dice:
- Sí, es cierto, veo que en una oportunidad le dio 10 centavos de más a su lustrabotas... es eso cierto?
- Cierto!
- Y aquí ¡veo que en otra ocasión le dio 5 centavos a un mendigo... es eso cierto?
- Si señor!
Entonces San Pedro mira al ángel que tiene al lado y le dice:
- Está bien! Consíganle 15 centavos y digan, que se vaya al infierno!!!!
Un hombre fue citado para una investigación fiscal del Ministerio de Hacienda. Asustado, preguntó a su contador de qué manera vestir.
- ¡Usá harapos!, "que piensen que sos mendigo" - replicó el contable.
Cuando preguntó a su abogado, éste le dio exactamente el consejo contrario:
- ¡No dejes que te intimiden! ¡Usá tu traje y corbata más elegante!
Confundido, el hombre se va a la Iglesia соn el sacerdote, y le cuenta los dos consejos opuestos y le pide su opinión. Y le dice el Sacerdote:
- Déjame contarte una historia: Una mujer, a punto de casarse, le preguntó a su madre que ponerse en su noche de bodas. "Ponte una bata pesada, de franela, que te llegue al cuello" le dijo la madre. Cuando preguntó a su mejor amiga, esta le dio el consejo opuesto:
"Ponte el negligé más pequeño y transparente que puedas encontrar y соn un escote que te llegue hasta el ombligo".
- ¿Pero Padre, que tiene que ver eso соn mis impuestos?
El sacerdote le contesta:
- No importa como vistas hijo mío, hagas lo que hagas y te vistas como te vistas... Te van a соgеr!
En un parque hay una señora соn su pequeño hijo de 5 años y ella decide darle una moneda para que se compre un helado.
El niño se mete la moneda en la boca y sale corriendo al puesto de los helados, pero tropieza y se atraganta соn la moneda.
La señora corre inmediatamente, levanta a su hijo, lo coloca boca abajo y le golpea la espalda tratando que escupa la moneda, pero sus intentos son inútiles. Ella no sabe que hacer y el niño se está asfixiando; el color de su rostro empieza a tornarse morado. La pobre señora mira para todos lados buscando ayuda y gritando en busca de auxilio.
Un señor que está viendo la escena, se acerca соn mucha calma y tranquilidad, toma la niño, le baja los pantalones, le aprieta fuertemente los testículos, le dice algo al oído y el chico inmediatamente escupe la moneda.
La madre del niño del niño aún соn lágrimas en los ojos mira al hombre que ha salvado a su hijo y le dice:
- Gracias caballero, ha salvado usted la vida de mi hijo, ¿es usted médico?
- No señora... Responde el salvador. Solo soy un recaudador de impuestos del gobierno...!