Una bella mujer joven sale de la ducha, se envuelve соn una toalla yavisa a su marido que ya puede ducharse. Cuando él entra en la ducha suena el timbre de la puerta. La esposa le dice que ella abre, y baja a abrir la puerta envuelta en la toalla.
Al abrir la puerta se encuentra a su vecino Antonio, quien se queda sin palabras ante la visión que le ofrece la señora. Entonces, él saca dos billetes nuevecitos de 100 euros y le dice a ella que son suyos si deja caer la toalla hasta la cintura.
Ella piensa, "¿por qué no?", de modo que deja caer la toalla y deja sus senos al descubierto , entonces coge el dinero. Antonio jadea ante lo que ve; saca prontamente otros 200 euros y se los ofrece por dejar caer la toalla hasta el suelo para ver todo el asunto. La mujer piensa que ya había llegado bastante lejos, así que no le importaba hacerlo, y deja caer la toalla al suelo enseñando su precioso cuerpo. Antonio la contempla un momento, le da las gracias y se va.
Cuando ella sube de nuevo, su marido que acababa de salir de la ducha, le pregunta que quién había llamado a la puerta.
Ella contesta:
- Era nuestro vecino Antonio.
- ¿Y ha traído los 400 euros que me debe? - pregunta el marido.

Un hombre entra, acompañado de una preciosa chica, en una tienda super exclusiva. El hombre (dirijiéndose al vendedor) dice:
- Por favor, muéstrele a la señorita el más fino abrigo de visón de la tienda.
El vendedor regresa соn un maravilloso abrigo e imediatamente la joven se lo prueba. ¡Le queda divino!. El vendedor le susurra discretamente al caballero que el abrigo cuesta $ 65,000.
- ¡No importa el precio¡ -y añade, subiendo el tono- le escribiré un cheque ahora mismo.
- Muy bien -contesta el vendedor- hoy es viernes. Así que puede venir a recogerlo el lunes cuando el cheque haya sido aceptado por el banco.
El hombre sale muy orondo соn su chica. Cuando llega el lunes, el tipo regresa a la tienda y se encuentra al vendedor (muy ofendido) quien le dice:
- ¿Cómo se atreve Ud. a venir sabiendo que no tiene un centavo en la chequera?
A lo que el hombre responde:
- Yo sólo vine para agradecerle el más placentero fin de semana de toda mi vida.