Un anciano muere y va la cielo. Allí es recibido por San Pedro.
- ¿Me puede decir cómo se llama?
- Pues, es que no me acuerdo.
- A ver, le pondré algunos nombres, y me dice si le suenan. ¿Carlos? ¿Luis? ¿Juan? ¿Antonio?
- No creo que no, ninguno me suena, aunque podría ser uno de esos.
San Pedro, desesperado, va a ver a Jesús, al que le cuenta el caso del anciano. Entonces Jesús acude a hablar соn él.
- Mire, le haré unas preguntas, intente recordar, ¿de acuerdo?
El anciano asiente.
¿ En qué trabajabas?
- Creo que era carpintero.
- ¿Estabas casado?
- Creo que sí, era una mujer muy buena, casi un santa, creo recordar.
- ¿Tenías hijos?
- Sí, uno, pero era muy independiente.
Entonces Jesús llora de alegría, y corre a abrazar al anciano.
- ¡Papá, soy yo tu hijo!
Entonces el anciano llora también y exclama emocionado.
- ¡Pinocho!
- Jaimito amaneció соn una cruda en un parque.
Poco a poco se le fueron viniendo las imágenes de lo que sería un fin de semana de locura. Jaimito se fue a su casa, se puso ropa, y ante la cruda moral, no le quedó otra de más que ir a la iglesia соn la intención de confesarse, porque se sentía muy arrepentido de lo sucedido.
- Cura: Bienvenido a la casa del Señor. Por favor y junio, dime tus pecados.
- Jaimito: Padre, he venido porque la verdad tuve un fin de semana de locura y pues, me confieso que, me robe una gallina.
- Cura: ¡Demonios, Jaimito! Recuerdo todas las locuras que has hecho en tu vida, y robar no es algo característico en ti. Por favor, reza 6 padrenuestros y 10 aves marías y que devuelvas el ave a su dueño.
- Jaimito: Pero padre, usted no lo entiende. El hambre es **** en la pega. Lo siento, pero, me comí la gallina.
- Cura: Pero, ¡que demonios! Reza 10 padrenuestros y 20 aves marías. Además, quiero qué hagas gárgaras соn agua
Bendita, y dale 20 dólares al dueño de la gallina.
- Jaimito: Ok, perfecto, pero padre, tengo un pequeño problema. Estaba muy borracho cuando la robe, que no recuerdo ni a quien se la quité.
- Cura: Pero, ¡que demonios! ¡¿Que clase de ser humano eres?! Ahora te voy a pedir que reces un rosario completo, que hagas gárgaras соn agua bendita, que agarres 20 dólares y a la primera persona que te encuentres al salir de la iglesia, se lo das en penitencia.
- Finalmente, después de rezar y hacer todas las diligencias que le encargó el padre, Jaimito sale de la iglesia. Después de caminar varias cuadras, Jaimito se encontró соn una mujer. Ella era una dama de esas que se dedican a la vida alegre, o sea, una prostituta. Jaimito, dispuesto a cumplir соn el resto de su penitencia, le da el dinero a la mujer.
- Jaimito: Tome, amiga, 20 dólares.
- Prostituta: No, papacito, son 50 dólares.
- Jaimito: ¡Ey! Pero ¿cómo que 50 dólares? El padre me dijo que 20.
- Prostituta: No, amiguito, son 50 dólares. El padrecito es cliente de hace muchos años, por eso le hago descuento.