Chistes y anecdotas de Cornudos
Una mujer está en la cama соn su amante cuando oye al marido llegar y dice al amante:
- Vamos, de prisa, quédate parado alli en la esquina.
Rápidamente, ella cubre el cuerpo del amante соn aceite y lo salpica соn talco por encima y le dice:
- No te muevas hasta que yo te diga, finge que eres una estatua, yo vi una igualita en casa de los Almeida.
En eso, el marido entra y pregunta:
- ¿Que es ésto?
Ella, fingiendo naturalidad contesta:
- ¿Eso? ah, es sólo una estatua. Los Almeida colocaron una en el cuarto de ellos y me gustó tanto que compre una igual.
Y no se habló más de la estatua. A las dos de la madrugada, la mujer está durmiendo y el marido todavía está viendo TV. De repente, el marido se levanta, camina hasta la cocina, prepara un sandwich, agarra una lata de cerveza y va para el cuarto.
Alli, se dirige a la estatua y le dice:
- Toma савrón, come y bebe algo, yo me quede dos dias parado como idiота en el cuarto de los Almeida y ni un vaso de agua me ofrecieron.
El marido llega a casa sin avisar, y la esposa tiene que esconder a su amante, asi que lo mete en el armario. Una vez alli, el tio se queda de piedra cuando oye una voz a su lado que le dice:
- Esta oscuro esto, eh?
Y entonces se da cuenta de que es el hijo, que estaba escondido en el armario mirando mientras echaba el palo соn la madre.
- Callate, Jaimito...
- Creo que voy a estornudar.
- No, por favor...
- ¿Me daras un poco de dinero?
- Si, toma mil pelas, pero callate - Nota: el amante no tiene puestos los pantalones, pero se ha metido en el armario соn ellos.
- Oye, de verdad que tengo unas ganas enormes de estornudar.
- Uy que niño, anda toma la cartera...
- Vale, ya se me han pasado las ganas.
Total, que Jaimito se compra una bicicleta esa misma tarde. Su madre se mosquea, claro, pero como el niño no suelta prenda, le manda a que vaya a confesarse. Obviamente, Jaimito no esta demasiado acostumbrado a los confesionarios, asi que cuando le llega su turno, lo primero que hace es decir:
- Esta oscuro esto, eh?
- Jaimito, no empieces otra vez.
Un hombre hace una llamada telefónica a su casa y empieza el siguiente diálogo diciendo:
- Hola preciosa, ¿Cómo está la mujer más hermosa de la casa?
- Muy bien mi vida, gracias por llamar...
- Y mis hijos, ¿cómo están?
- Ellos están divinamente, estábamos haciendo los deberes del colegio.
- Que bien, y ¿ya almorzaron?
- Si, ya lo hicieron, ¿sabes? están de muy buen apetito hoy.
- Que bueno saberlo, y dime amor mío ¿qué me tienes preparado para la cena?
- Trucha ahumada...
-¿ Trucha ahumada? ¡mi plato favorito! por eso es que te amo tanto...
- Además te tengo un postre sorpresa...
-¡ Uff!, me dan deseos de salir volando ya para la casa... mi amor... prometerme que esta noche te pondrás ese negligee nеgrо semi-transparente que me vuelve lосо en la cama...¿si?
- Te lo prometo, sabes que vivo solo para complacerte...
- Gracias amor mío, te envío un besote; ahora, por favor ¿me pasas a mi esposa?
- Si... ¡Patrona! ¡La lama el doctor!